










Una película fenomenal con dos actores no menos fenomenales. Joe Buck (John Voight) es un tejano inocente y fanfarrón que cree que las neoyorquinas le están esperando como semental. Rico "Ratso" Ritzo (Dustin Hoffman), un pobre timador lisiado y enfermo de tuberculosis, roba a Joe nada más llegar a N.Y. Sólo y sin dinero Joe pasa las noches en los cines de la Calle 42, malviviendo de lo que saca a los homosexuales por unos momento en los servicios. Joe y Rico vuelven a coincidir y, pese a todo, esto significa la salvación de Joe haciéndole conocer lo que es una amistad de verdad. Pasan los meses, el invierno es horrible, y pese a que Joe ha conseguido darse a conocer a un grupo de mujeres con las que se acuesta, Rico, está mas enfermo cada día. Para conseguir darle a Rico su gran ilusión de irse a vivir al cálido Miami y curarse, tiene que conseguir el dinero suficiente lo más rápido posible, por lo que Joe queda para pasar unas horas con un hombre y a partir de ahí todo se precipita...
Un canto a la amistad por encima de todo. Dos personas pobres, simples y lineales, que comparten sus sueños. Un retrato vívido de Nueva York en los años 60's, por cierto, bastante horrible a la vez que con un atractivo y una morbosidad casi irresistibles. Como curiosidad el luego famoso Rick Moranis, interpreta al adolescente que le hace una mamada a Joe en un cine y que no lleva dinero para pagarle por el servicio. La música de John Barry y la canción de Harry Nilsson, Everybody's talkin' son parte inseparable de la historia. Todo resulta fantástico ( y triste) en esta película dirigida magistralmente por John Schlesinger, basada en la novela del mismo nombre de James Leo Herlihy. Muy recomendable.